La dolorosa salida de Enzo Pérez dejó un hueco en el mediocampo de River. Las reiteradas lesiones del tucumano Matías Kranevitter y la adaptación lógica por la que debe pasar Nicolás Fonseca para asentarse en el fútbol argentino generaron que el "millonario" se vea obligado a buscar obligadamente un refuerzo en la zona central de la cancha.
Tras varios días de ardua negociación, el conjunto de Nuñez pisó el acelerador y contrató a Rodrigo Villagra como nuevo refuerzo. “Estoy orgulloso de llegar a un club tan grande como River. Hablé con (Martín) Demichelis y me dijo que me estaba esperando. Estoy cumpliendo un sueño”, afirmó el volante central, antes de partir a Buenos Aires.
Villagra arribará al “millonario” proveniente de Talleres de Córdoba. Tiene 22 años y es uno de los grandes proyectos del fútbol sudamericano; se destaca por su ferocidad en la marca, pero sin perder la creatividad y la visión de juego. Tiene cualidades que el DT puede explotar: recuperación a la hora de presionar, picardía en la gambeta y la capacidad de lanzar balones en largo cuando se lo necesite.
El traspaso de Villagra a River marca un hito en la historia del fútbol nacional. El conjunto de Nuñez pagará doce millones de dólares por el pase del cordobés (nueve netos), lo que lo convierte en el fichaje más caro de la historia entre equipos del fútbol argentino.
Un caso similar: el traspaso de Ricardo Julio Villa a Racing
No sería extraño que ese dato le genere algún recuerdo particular a los hinchas memoriosos de Atlético Tucumán. Luego del gran rendimiento que tuvo Ricardo Julio Villa en los nacionales de entre 1974 y 1976, “Dios” llamó la atención de todo el país. Cesar Luis Menotti, en ese momento entrenador de la selección nacional, lo convocó en vísperas de la Copa del Mundo.
En 1977, Independiente y Racing pujaron mano a mano por su pase, pero este último terminó imponiéndose. Según Silvio Nava, historiador y estadígrafo de Atlético, la “academia” pagó setenta millones de pesos por su ficha (unos 250.000 dólares) y logró asegurarse a unas de las grandes figuras del interior del país.
De esa manera, el traspaso de Villa a Racing “rompió” el mercado del fútbol local; y se convirtió en el pase más caro de la historia entre equipos de Argentina (el mismo récord que ostenta hoy el acuerdo por Villagra).
Si bien es cierto que el hito fue rápidamente vencido por otros traspasos que se concretaron más adelante, se trató de un acontecimiento que marcó un antes y después en la historia del fútbol del interior. Años más tarde, Ricardo Villa logró coronarse campeón del mundo en 1978, y se consolidó como uno de los grandes ídolos del Tottenham Hotspur de Inglaterra.